
1. Ahorro en químicos desinfectantes
Reducción del uso de ácido peracético, soda cáustica, metabisulfito y otros productos. Menos gasto en insumos y menor necesidad de logística de compra/almacenamiento.
2. Ahorro en agua caliente y vapor
El lavado con ozono en agua fría reemplaza o reduce lavados con agua caliente/vapor, bajando consumo energético.
3. Ahorro en mano de obra
Menor tiempo en lavados y sanitizaciones (barricas, tanques, equipos), liberando personal para otras tareas.
4. Mayor vida útil de barricas
Menos agresivo que químicos fuertes → se prolonga la duración de las barricas de roble, que son un activo caro.
5. Prevención de pérdidas por contaminación microbiológica
Evitar Brettanomyces, mohos, bacterias lácticas indeseadas. Una sola partida arruinada puede equivaler a cientos de miles de dólares.
6. Ahorro en productos de limpieza para vendimia
Pisones, espoliadoras, prensas, mangueras, piletas y tanques pueden limpiarse con agua ozonizada, reduciendo químicos en el período de mayor uso.
7.Reducción de reprocesos y descartes
Menos riesgo de tener que repetir lavados, correcciones de vino o, en el peor de los casos, descartar volúmenes de producción.
8. Ahorro en almacenamiento y manipulación de químicos
El ozono se genera in situ → no requiere bidones, envíos, espacio de stock ni gestión de residuos peligrosos.
9. Ahorro en energía de refrigeración
El ozono permite mantener las salas más limpias y con menor carga microbiana → se reducen necesidades de bajas temperaturas extremas para control microbiológico.
10. Ahorro en certificaciones y cumplimiento normativo
Facilita cumplir normas HACCP, ISO 22000, BRC y certificaciones orgánicas, evitando costos de rechazos o multas en exportaciones.
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